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«Umbrella Sky»», dudas y sombras.

El movimiento Albacete en transición nace de la inquietud de un grupo de albaceteñas y albaceteños sensibilizados con la apremiante necesidad de participar activamente en debates e iniciativas de renaturalización de nuestro entorno, decrecimiento y lucha contra la crisis climática y de recursos en la que estamos sumidos. Es por ello que cooperamos con otros colectivos de la ciudad, a los que también estamos vinculados.
Reproducimos aquí la nota de prensa con la posición de estos colectivos en referencia a la inciciativa «Umbrella Sky»

 

Nota de prensa paraguas calle Ancha

Desde Ecologistas en Acción y la Plataforma Más Árboles Albacete, queremos expresar nuestro rechazo a la iniciativa “Umbrella Sky”, por la que se han colocado 2.000 paraguas en las calles Tesifonte Gallego y Marqués de Molins, comúnmente denominadas “calle Ancha”, con el objetivo de dar sombra y valor estético.

Entendemos la necesidad de buscar soluciones a los efectos del calor en una ciudad como Albacete, con temperaturas que baten records cada año, llegando a los 43,3 ºC (1) en 2021 y con previsiones al alza para las próximas décadas, así como a la excesiva exposición a los rayos ultravioleta, siendo el cáncer de piel uno de los tipos más comunes, con una cifra de incidencia que ha aumentado un 40% en los últimos 4 años, según datos de la Asociación Española de Dermatología. En este aspecto, es encomiable la labor que realiza la AECC, tanto a nivel nacional como local, informativa, preventiva y de atención integral a los afectados.

Sin embargo, el uso de 2.000 paraguas para este fin supone un impacto ambiental importante. Los paraguas económicos actuales son artículos con textil de poliéster y varillas de acero, fabricados en países con escasa legislación laboral y ambiental, suponiendo una huella de carbono alta en su transporte y teniendo una vida útil aproximada de sólo un año, que al estar en continua exposición al sol e inclemencias temporales, posiblemente se reduzca. Como residuo, habría que desmontarlos y separar sus componentes para que se pudieran reciclar. Todos sabemos que la mayoría acaban en los contenedores de basura o fracción resto y no vemos que la empresa se haya pronunciado en ese sentido.

El tejido de poliéster tarda más de 200 años en descomponerse y un metal del tamaño de una lata puede tardar hasta 10. Además, dado que las fibras son pequeñas (tamaño de micras), si acaban en los cursos de agua, causan daños incalculables a la vida marina y al ecosistema vital. Sin olvidar que los tintes que requiere el poliéster son especialmente tóxicos.(2)

La remodelación y peatonalización de la calle Ancha abrió un amplio debate. Las baldosas utilizadas incrementan la inercia térmica de la calle, ya de por sí, alta. En cuanto al arbolado, es cierto que había dificultad técnica en la colocación de alcorques por los servicios subterráneos (luz, gas, etc.) existentes, pero quizás con un estudio específico e inversión asumible se podría haber enfrentado. En su lugar y ante la preocupación ciudadana, se colocaron unos macetones con árboles, que no estaban en el proyecto inicial y aportan algo de valor ambiental, pero no proyectan una sombra reseñable y nunca podrán hacerlo.

Puestos a buscar opciones, y si se quisieran seguir iniciativas realmente innovadoras y basadas en la naturaleza, hay ejemplos de emparrados naturales en ciudades españolas como Jerez, que son posibles para calles estrechas, sin apenas necesidad de infraestructura.

- Imagen 1 calle de los Ciegos (Jerez de la Frontera)
– Imagen 1 calle de los Ciegos (Jerez de la Frontera)

Proyectos para calles de grandes dimensiones, como “Green Coccon” con parras de viña cultivadas y formadas específicamente, para su colocación sobre pérgolas.

- Imagen 2 Simulación de "Green Coccon" de Hello Word Labs (California
Simulación de «Green Coccon» de Hello Word Labs (California

O los toldos vegetales, ya empleados en ciudades españolas como Valladolid.

- Imagen 3 Toldos vegetales en calle Santa Maria en Valladolid
Toldos vegetales en calle Santa Maria en Valladolid

Incluso los toldos triangulares estándar serían una solución más sostenible, ya que los fabricantes de calidad ofrecen hasta 10 años de garantía por daños producto de rayos UV. Una variante social son las telas de crochet orgánico tejidas por asociaciones vecinales, como se ha hecho en la Línea de la Concepción. Ya existe un toldo similar de increíble belleza en nuestro barrio de Franciscanos, propuesto por la asociación Embarriadas y elaborado por 383 personas.

 

Siempre hemos defendido aumentar la cubierta vegetal de la ciudad. Los árboles, además de reducir la temperatura hasta en 12ºC por efecto conjunto de sombra y transpiración, reducen ruidos, sus raíces ayudan a que el agua se infiltre en el suelo, aumentan la calidad del aire al atrapar partículas contaminantes entre su follaje, mejoran la biodiversidad y la salud de sus habitantes (3). Todos estos servicios sistémicos son cruciales en un momento de crisis climática.

Igual que Ingeteam logró hitos de innovación en las necesarias energías renovables, RES podría, sin duda, liderar soluciones sostenibles acordes al reto que enfrentamos como sociedad.

 

(1) Fuente AEMET-Opendata estación meterológica de la base aérea Los Llanos.

(2) Fuente: Estudios científicos “Cobbing, Vicare, 2016” y “Prata JC, Patricio A, 2022”, “Schwaab J, 2021”

(3) Fuente: The 3-30-300 Rule for Urban Forestry and Greener Cities. Cecil Konijnendijk. Nature Based Solutions Institute

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